Interludio: Zachary Fox.

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El capitán Zachary Foxx desmontaba pacientemente el arma desperdigada sobre la mesa de madera del salón de su hogar. Había cerrado las cortinas y una lejana lámpara de pie al otro lado del salón era la única iluminación de la estancia.

Sus entrenadas manos separaban con rapidez y destreza cada uno de los componentes del arma y los depositaba sobre un trapo blanco extendido. El arma podía salvarle la vida a cualquier ranger, por ello era obligatorio su mantenimiento periódico. Se concentró en repasar todas y cada una de las piezas con la intención de encontrar desperfectos o desgastes que pudieran alterar el correcto funcionamiento. Un murmullo salía de sus labios mientras trabajaba.

—Cabrones malnacidos hijos de puta, 0s voy a matar a todos con mis propias manos mientras suplicáis por vuestras miserables vidas.

El sonido de la puerta de entrada lo alertó y dejó su pequeña disertación interior. Sabía quién estaba entrando a aquella hora por lo que no se preocupó lo más mínimo.

—Hola, Jr. Me alegra que estés de vuelta. ¿Todo bien? ¿Qué tal con tus amigos?

Zachary Jr sonrió a su padre al pasar frente a él.

—Todo bien, papá. Voy a mi cuarto a estudiar para los exámenes.

—¿No habrás estado con chicas, verdad?

Zachary se detuvo frente al pie de las escaleras y miró a su padre.

—¿Qué ocurre, papá?

—Nada, hijo, nada. Es que no quiero que te distraigas de lo importante. Estás en esa edad en la que las chicas te llaman la atención.

—No te preocupes, papá. Lo único importante es entrar en la Academia Militar.

—No quiero decir que no te fijes en ellas. No sé si me comprendes.

—Te comprendo, papá.

—A ver, tampoco quiero dar cosas por sentado, hijo. Hay diferentes formas de amar y no quiero que pienses que tu viejo te prohíbe cosas así.

—Papá te he entendido. No te preocupes.

—Si quieres hablar de ello, estoy aquí. Tienes total libertad para ir con chicos o chicas, o lo que sea. Quiero decir, yo…

—Voy a estudiar, papá. Luego bajaré a la cena.

—Claro que sí. Te doy una voz cuando esté lista. Gracias.

Zach subió las escaleras como alma que lleva el diablo y cerró la puerta de su habitación. El capitán siguió desmontando las piezas. Tenía que concentrarse porque la separación del tambor de carga debía realizarse de manera precisa para no alterar el calibrado. Pensó que afortunadamente los rangers disponían de unas armas fiables y casi analógicas frente a los modernos modelos llenos de tecnología estúpida.

—Putos malnacidos. Os violaré a todos delante de vuestros hijos. No habrá bicho extraterrestre sin conocer mi puta ira. Arderéis en el fuego de la venganza que tengo reservada para todos vosotros, putos bichos de sangre verde, malparidos

La puerta volvió a abrirse y entró sonriente su hija Jessica. Venía del colegio con su pesada mochila a la espalda, y resoplando por el esfuerzo de la carrera que se había pegado desde el autobús hasta la puerta de la casa.
Nada más entrar tiró la mochila al suelo y se acercó hasta el salón.

—Hola, amor —dijo Zachary Foxx sonriendo.

—Ya he llegado, papá.

—Ya veo. ¿Qué tal el colegio? ¿Y la natación?

—Todo bien. Quieren que entre en el equipo de sincronizada.

—No sabes cómo me alegra escuchar eso. Se lo diré mañana a tu madre.

—No creo que te escuche, papá. Está muerta —Jessica dijo aquellas palabras sin la menor emoción y se acercó hasta una muñeca de juguete que estaba tirada sobre un sillón. Zach dejó el arma a medio montar sobre la mesa y se levantó de la silla.

—No es cierto, amor. Mamá está dormida. Ya lo hemos discutido muchas otras veces.

—Sí, pero prefiero pensar que no está.

—Te ruego que no lo veas así. Eso me duele y seguramente le duela a ella.

—No lo sé. Ya veremos.

Zach se pasó la mano por la cara y súbitamente se sintió demasiado mayor para lidiar él solo con dos críos. Miró el reloj de pared que colgaba en el salón de su hogar y se preguntó cuánto tardaría el robot doméstico en terminar la cena para que todos pudieran estar en silencio ingiriendo los alimentos, ignorándose unos a otros.

—¿Has estado con chicos? —preguntó intentando cambiar de tema.

—No, claro que no.

—Es decir, si tu quieres. No quiero decir que sólo debas estar con chicos. Quiero decir que, bueno si te gusta estar con chicas, pues es genial.

—He estado con Mindy en natación.

—Ves, perfecto. Me alegro. Me gustaría que hablaras más conmigo de todo lo que quieras. Antes hablabas con tu madre y no quiero que notes su ausencia, por favor.

—Voy a cambiarme, papá. Bajaré para la cena.

—Perfecto. Te aviso cuando esté lista.

Se sentó de nuevo frente a su revólver y escuchó los ruidosos pasos de su hija subiendo los escalones de la escalera. Suspiró profundamente y retornó su atención hacia su arma reglamentaria.

—Putos malnacidos. Voy a rajar vuestras gargantas y me reiré en vuestra puta cara…

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Libre interpretación de The Adventures of the Galaxy Rangers

En el año 2086, dos pacíficos extraterrestres viajaron a la Tierra buscando nuestra ayuda. En agradecimiento, nos dieron los planos del primer hiper impulsor, lo que permitió a la humanidad abrir los caminos a las estrellas. Así se reunió después un equipo selecto que protegería a la Alianza planetaria; exploradores valerosos, devotos de los más altos ideales de justicia, y dedicados a preservar ley y orden en la nueva frontera.